El poema de una chica que buscaba llenar el frasco vacÃo de amor en su corazón.
La soledad nunca me abandonó. La gente lo hizo. Anoche vi mi corazón: Un frasco vacÃo de cristal. Más grande que la mayorÃa, más vacÃo que otros. El viento soplaba, helado cada centÃmetro. Incluso las telarañas se negaron a reunirse.  Los corazones comenzaron a acumularse por fin, se establecieron cuidadosamente entre otros. Una grande llenó el medio una vez con emoción y deseo apasionado.  Cuando más se reunieron, otros se fueron. Las manos se retiraron y tomaron su amor. Algunos se quedaron un momento, otros un tiempo.  Me siento aquÃ, medio vacÃo de nuevo. Más corazones temblorosos listo para partir o en camino.  La niña dentro de mi soñado con un prÃncipe cuyo corazón se quedarÃa para siempre.  Sin embargo, solo los impostores irrumpieron: iban y venÃan llegando y saliendo.  El frasco no tenÃa tapa. Ella cerró la abertura ella misma.  Un guardia antes de la entrada sin embargo, los corazones aún se alzaron o esparcidos en el polvo.  Un hombre llamado Jesús encontró su camino. Llenó el frasco Casi llega al borde.  Este Jesús susurró: Necesitas más o morirás. Miré el frasco: las manos aún apretadas como una tapa.  Yo mismo cerraba la puerta. "Necesito más", dije lágrimas lavando mejillas suaves. El vacÃo hizo cosquillas en mis palmas.  El amor de este hombre fue diferente. Me lo habÃa dicho. Como gelatina, se extendió pegó todos los corazones juntos. Cuando uno se fue, su amor se quedó.  Necesitas más, repitió el prÃncipe. Levantó el frasco. Los estremecimientos de miedo estallaron en mÃ. Pecho latiendo hasta el punto de ruptura, mi respiración se aceleró en sollozos: Todo dentro de un desenfoque interminable. "¿También sacarás tu amor?" Wails atravesó mi voz.  Un enfriamiento gradual comenzó dentro, me barrió y me bañó en paz  Mi corazón latÃa. Más fuerte Feroz Me di cuenta de la jarra: encontró una cascada para eso.  Se llenó tanto se desbordó. Otra vez y otra vez.  Nunca estarás vacÃo aquÃ.  Ojos en lágrimas Le agradecà al prÃncipe cuyo amor explicaba alivio. Un susurrado "lo siento". Una sonrisa en mi cara. "Recibo tu amor por completo". La cascada nos cubrió mezclado como colores. "Tengo miedo de que todavÃa necesite más" vino un susurro desde mi interior.  Quédate aquà conmigo, siempre habrá más Mi amor nunca terminará Nunca se quede vacÃo.